Die My Love: el camino a la psicosis posparto
Desde la infancia de una niña se le menciona que cuando sea madre, deberá cuidar de sus hijos tal cual lo hace con sus juguetes (regularmente bebés). Para la adolescencia, una que otra persona cuestiona si desea adquirir esa responsabilidad y en la adultez, pareciera ser que con cada segundo que pasa, la expectativa de convertirse en madre se vuelve más pesada e ineludible.
A pesar de los múltiples cambios generacionales y por consiguiente, de ideologías, un amplio sector de la población conserva la figura tradicional de la familia, una estructura donde el padre es el proveedor y la madre, la cuidadora, quien regularmente es despojada de su individualidad.
Dirigida por Lynne Ramsay Die My Love, retrata los primeros meses después de dar a luz de Grace, una joven escritora que comienza a ver cómo su vida se transforma por completo, cayendo en la psicosis posparto.
Hablar de maternidad sigue siendo uno de los temas más controvertidos de la humanidad. Desde la concepción, se instaura una serie de estereotipos a seguir; para el parto, estas reglas sociales se intensifican y, en la crianza, pareciera ser que cualquier movimiento de la madre está bajo constante escrutinio.
Se espera que una madre sea empática, sabía en todo momento, amorosa y la única persona que se va a quedar para ti, pero ¿Qué ocurre cuando no es así? La sociedad ha impuesto un estándar prácticamente imposible de alcanzar, donde si no deseas ser madre entonces careces de feminidad y de emoción, pero si lo anhelas, continúas con los estereotipos patriarcales.
A continuación se presentan cuatro temáticas que la película aborda y que llevan a la construcción de una crítica hacia las expectativas irreales de la maternidad.
La relación entre Grace y Jackson
Desde la primera escena de la cinta se muestra la distancia física con la que esta pareja convive. Poco después se presenta la búsqueda de intimidad sexual por parte de Grace.
Cuando por primera vez se muestra al bebé en pantalla, la dinámica entre los dos cambia por completo, la llegada de un nuevo miembro al sistema altera por completo la estructura familiar. El, por su lado, intenta continuar con su vida ya que continúa trabajando y con salidas que van más allá del tinte laboral, mientras que ella, se queda en casa cuidando a su hijo, sintiéndose frustrada por no poder escribir.
Conforme los días transcurren, la falta de comunicación entre ambos se hace aún más notoria. Él llega tarde del trabajo, sin preguntarle por su día, solo a dormir, en tanto que, ella presenta episodios de insomnio, agobiada por las condiciones en las que vivían. Esta dinámica empeora conforme los conflictos se presentan, tal cual la llegada del perro o la presencia de Pam, la madre de Jackson.
Ahora bien, con respecto a la vida sexual, ambos estaban insatisfechos. Grace buscaba activamente consumar la práctica, no obstante, el la rechazaba al mencionar que el cansancio del trabajo no lo dejaba pensar en otros aspecto, entonces ocasiona que ella frecuentemente se masturbara, irónicamente, esto le termina molestando a Jackson, ya que pensaba que era la razón por la cual su pareja no escribía. Este último punto culmina en la infidelidad por parte de ambos, no fue accidental sino recurrente.
La distribución de roles y tareas dentro de esta relación eran injustos, ya que si bien él proveía el aspecto económico, ella era la que se encargaba de todo lo demás, inclusive de visitar y procurar a Pam. Igualmente, el poder recae en él, quien inclusive nombra a su hijo “Harry” en honor a su padre, esto mientras Grace estaba internada en el hospital psiquiátrico.
Aunque en diferentes puntos de la historia, Jackson “intenta” rescatar y solucionar la relación, ella se mostraba harta. En su boda, todo inicia con felicidad, gozo y aparente estabilidad pero esto cambia en cuestión de segundos, ocasionado que ella entre en una clase de brote psicótico, el cual terminaría de fracturar la relación.
Nunca se muestra como Jackson cuidaba a su hijo, ni siquiera en el periodo de ausencia de Grace. A pesar de esto, él sí estaba consternado por la llegada del bebé llegando a mencionar el diálogo del inicio.
Se dice que la paternidad asienta en los hombres una vez que ven a su hijo, por lo que en el embarazo suelen actuar de manera diferente a la de la mujer, quien desde ese momento ya es percibida como madre. Igualmente, el rol paterno ha sido tratado como un papel secundario en la vida familiar, siendo que si realiza alguna tarea como cambiar el pañal o cuidar al recién nacido está “ayudando”, cuando realmente está cumpliendo con su labor como padre.
Cuando ella sale de la institución de salud mental, él había arreglado la casa, ya no vivían en medio de la suciedad y del caos, sino se notaba un entorno armónico a la vista pero este detalle termina siendo el del desenlace para ella.
Se suele expresar que un hijo es una bendición, esto con la idea de que un nuevo ser humano puede revitalizar a quien sea, por eso se solía decir que un hijo podía salvar una relación en decadencia, pero para el caso de Grace y Jackson, parecía ser todo lo contrario.
De acuerdo con el modelo sistémico propuesto por Salvador Minuchin, en esta relación el subsistema conyugal (Grace y Jackson) es desplazado por el parental (Grace y el bebé), es en esta transición donde los roles, jerarquías y responsabilidades se ven modificadas, terminando en tragedia.
La vida de Grace
En los primeros minutos del filme, Jackson enuncia la labor de su pareja como escritora y que al estar en esa casa podría tener la libertad de redactar cuanto quisiera, pero como ya mencioné esta acción se ve truncada por la nueva realidad de la joven.
A diferencia de la vida familiar de Jackson, la cual es presentada desde el primer acto de la película, no conocemos de la infancia o padres de Grace hasta el tercer acto, donde ella expone la situación en la que sus progenitores fallecieron y un suceso previo que pareciera desencadenar culpa en ella, no obstante, no se profundiza en esto, tal vez esa era la intención de la directora.
En diferentes ocasiones y por distintos personajes se le menciona que es “normal” perder la cabeza durante los primeros meses post-parto, llegando a la invalidación de sus sentimientos y experiencia. Igualmente, se le cuestionaba por su trabajo, a lo que ella, harta, respondía agresivamente.
La llegada del bebé alteró la realidad de Grace, ya que perdió su autonomía e independencia. Ser madre no solo reconfiguró su mente sino que también transformó la percepción de los otros. Inclusive se muestra que desconoce su cuerpo y se tiene que mirar en el espejo desnuda con la intención de volver a conectar con ella.
Igualmente cabe destacar la presencia del caballo, el cual hace referencia al deseo de libertad de Grace, el que aparezca en momento estresantes y de aparente angustia, comprueba esta idea. Ahora bien, desde la perspectiva psicoanalítica podría representar el deseo sexual.
Cuando es internada en el psiquiátrico, los encuadres son claustrofóbicos, principalmente hacia su cara. Por primera vez la vemos sin tanto ruido (tanto acústico como visual), la paleta de colores cambia. Estas escenas demuestran que ella seguía atrapada dentro de un sistema el cual la juzgaría por su comportamiento durante la boda y su posterior huida.
Estereotipos de la maternidad y antiguas formas de crianza
Durante una conversación con Jackson, Grace enuncia que “una verdadera madre” habría horneado el pastel, en lugar de comprarlo. Una escena sutil pero que deja entrever la mentalidad de Grace, quien cargaba con los estereotipos propios de la maternidad.
Por otro lado, en la comida con Pam y las tías de Jackson se conversa respecto al sexo del bebe (como podían adivinarlo) al igual que algunos mitos respecto al embarazo. Ellas perpetuaban las costumbres y tradiciones de generaciones pasadas donde el embarazo no era visto como un proceso de cuidados minuciosos.
Para Pam la perspectiva de la maternidad claramente era diferente a la de Grace. Inclusive aquí se aborda el síndrome del nido vacío, donde ella deseaba continuar cuidando a alguien por lo que cuando se presenta la oportunidad, la señora se ofrece a cuidar al bebé, la muerte de su esposo la había dejado sin otro propósito.
A pesar que Ramsay no detalla la relación entre Pam y Jackson, si lo hace con Grace, mostrando las diferencias generacionales de cada una.
La psicosis posparto
Si bien el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Versión, Texto Revisado (DSM-V-TR) no clasifica a la psicosis posparto como un padecimiento independiente si se encuentra señalado como un especificador dentro del Trastorno Psicótico Breve, para recibir este dictamen, se debe de cumplir con uno o varios elementos de los siguientes: delirios, alucinaciones, discurso o comportamiento desorganizado, la duración debe de ser por lo menos de cuatro semanas tras el parto o bien indicios desde el embarazo, y si no se puede explicar mejor con otro trastorno.
La conducta de Grace era atípica ya que se arrastraba por el piso, tenía una afinidad peculiar con respecto al ruido (particularmente a la música), su aspecto era descuidado (no mostraba aliño), se despertaba en medio de la noche y caminaba largas distancias, fantaseaba con el motociclista y con asesinar a su pareja.
Este trastorno especifico se presenta en 1 de cada 100 de mujeres y es común para las madres primerizas y se debe a una alteración dentro de los procesos neuroquímicos vinculado a un desbalance hormonal, algunas investigaciones sugieren un lazo con el sistema inmunológico, el cual también sufre de modificaciones y pudiera estar relacionado a la tiroiditis y preeclampsia.
De acuerdo con Sanabria, Tezpa y Ramos (2022)
El curso de esta entidad inicia de forma súbita durante la segunda semana del puerperio, con alteraciones del sueño (insomnio), síntomas de ansiedad y cambios bruscos del estado de ánimo. Posteriormente, surgen alteraciones de conducta, irritabilidad, hostilidad, confusión, pensamiento y lenguaje desorganizado. Por último, se presentan alucinaciones y diferentes tipos de delirio que pueden tener como consecuencia suicidio o infanticidio (p. 176).
Ramsay traduce estos síntomas a la pantalla grande, ejecutando largas secuencias nocturnas con una paleta de color azul (simbolizando la alteración en la emoción) demostrando así el insomnio de Grace, luego juega con el sonido de las moscas e insectos para ejemplificar la hostilidad del ambiente, y termina con el uso de la música para representar la irritabilidad de la joven, en particular con la canción “In Spite of Ourselves” de John Prine.
Si bien en la cinta, Pam y otros personajes le mencionan a Grace que más temprano que tarde regresará a ser ella misma porque esa fue su experiencia, esto sirve como una representación de la sociedad que durante siglos invalidaron la vivencia de otras madres, quienes realmente atravesaron por un calvario.
Se dice que la maternidad es la mejor época para una mujer, ya que un hijo te dará la estabilidad que durante toda tu vida has buscado, y que no importa lo difícil que sea es el proceso más bello por el cual transitaras. El dolor físico y emocional son cuestiones menores.
El descenso a la total inestabilidad de Grace es retratado de tal forma que por un segundo, creemos que ella sanó durante su estancia en el hospital psiquiátrico pero solo es el punto de partida para mostrar su lamentable final, el suicidio. No se tienen datos claros respecto a los fallecimientos por psicosis posparto, lo que indica una clara falta de atención y un área de oportunidad para los médicos y psicólogos.
Conecté con Die My Love debido a la exposición de esta parte de la maternidad, una donde no se embellece sino que se muestra con crudeza el ser madre. Tal vez para algunos esto resulte egoísta e inclusive que no “cumplo” con la labor biológica de ser mujer, pero para mí es la reafirmación que no estoy dispuesta a atravesar por todo un proceso en el cual pueda afectar a un ser humano inocente y sobre todo, a mi misma.
Si bien la perspectiva de la paternidad ha sufrido ligeros cambios a lo largo de la historia reciente, en esta cinta, Jackson mantiene la visión tradicional de este proceso, una donde era el proveedor aunque intentaba cambiar la dinámica con Grace. La propia Ramsay hace a un lado esta visión.
Mientras que con Grace se ejemplifica uno de los mayores miedos y la realidad para millones de mujeres, una donde la maternidad se transforma en un escenario digno de terror, ansiedad y abandono; donde el propio contexto favorece la aparición y mantenimiento de este padecimiento.
Die My Love evidencia la otra cara de la maternidad y de las dinámicas de pareja. Lynne Ramsay muestra el impacto de las creencias, los roles de género y las expectativas culturales, las cuales son imposibles de alcanzar y que terminan asfixiando a las madres. La maternidad no siempre es un acto de amor incondicional sino que implica un cúmulo de sucesos que complejizan una etapa que transforma a quien la vive y claramente dañar a los hijos.
Referencias:
Asociación Americana de Psiquiatría. (2022). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5.ª ed., texto revisado).
Sanabria, L., Tezpa, D., & Flores, M. (2022). Trastornos del estado de ánimo en el postparto. Acta Médica Grupo Ángeles, 20 (2), 173-177.








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