The Fantastic Four: First Steps. La reinvención del UCM a través de los años sesenta
“No sacrificaré a mi hijo por este mundo, pero no sacrificaré a este mundo por mi hijo”
La década de 1960 fue un punto de inflexión para la humanidad. Durante aquella época, se gestaron transformaciones significativas para la sociedad, impulsadas por distintos movimientos sociales, como los hippies, la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, y la oposición a la guerra de Vietnam. A esto se le sumó la carrera espacial, la constante amenaza de una guerra nuclear, el surgimiento de cultos, y la modificación de los valores tradicionales acuñados durante los cincuentas.
Por lo tanto, el arte realizado en esta etapa reflejaba los deseos de una sociedad que clamaba libertad de expresión, que añoraba por un futuro mejor y por el progreso, ante todo buscando la paz. Movimientos como el psicodelismo, el arte pop y el retrofuturismo, fueron los predominantes en la cultura.
Si bien esta cinta fue situada durante los sesenta debido a la actual construcción del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), la elección de este periodo ahonda en la transformación de los valores tradicionales y los ideales que redefinieron a la humanidad. Este análisis, abordará dichos cambios desde diferentes aristas, como la representación de la familia, la maternidad y el rol de la mujer en esa década, el dilema moral ejemplificado a través de la paradoja del tranvía, el lenguaje, la estética retrofuturista y el peso narrativo de esta cinta para el futuro del UCM.
La familia
Denominada como “el núcleo de la sociedad”, este vínculo trasciende los lazos consanguíneos, comprendiendo así a la unión en la que se comparten valores, costumbres, cultura y metas en común.
En los cincuentas, las familias seguían una estructura definida, con roles como el proveedor (regularmente el padre), la ama de casa y los hijos; aparentando estabilidad y tranquilidad, por lo que aquellos lazos que salían de estos estándares, eran vistos como una anomalía al sistema. No obstante, durante los sesentas, la visión de este vínculo atravesó por una transformación, ya que ahora la madre se involucraba en proveer al hogar, (la mujer formaba parte del ámbito laboral) permitiendo cumplir con las necesidades de sus hijos, a la par de nuevas responsabilidades para otros miembros y el paulatino cambio en el estereotipo de la familia tradicional.
Bajo este contexto, los Cuatro Fantásticos fueron creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1961, con la intención que la población se pudiese identificar con estos héroes que a pesar de sus poderes, seguían siendo humanos, que buscaban la paz. Con el paso de los años, fueron denominados como “la primera familia de Marvel”.
Por lo anterior es que la representación de la dinámica familiar era un elemento fundamental para esta cinta, y lo ejecuta de manera divertida y eficaz. Cada uno de los integrantes aportaba un elemento particular a la unión: Reed era el líder que cargaba el peso de siempre encontrar una solución y por lo tanto de salvaguardar a los suyos, a pesar de llevar consigo la culpa de no haberlos salvado en el incidente en el que adquirieron sus poderes. Mientras que Sue, ejemplifica a la racionalidad y a la inteligencia emocional, así como a la voz dentro de la política. Ben, por su parte, era cercano con la ciudadanía, conectando directamente con ellos. Finalmente, Johnny aportaba soluciones un tanto inusuales pero efectivas.
Esta inusual familia compartía valores como la valentía, la cooperación, la honestidad, la igualdad y la responsabilidad. Asimismo, mantenían costumbres como la cena de la siete de la noche cada domingo o la propia organización al combatir contra villanos. Su cultura se caracterizaba por el sentido de pertenencia a este vínculo, representado por sus trajes o el sistema de comunicación que tenían. Igualmente, su meta era proteger a la población estadounidense de cualquier amenaza.
A pesar que Johnny y Sue eran los únicos que mantenían un lazo consanguíneo, la verdadera unión provenía de la confianza, el apoyo y el amplío conocimiento del otro. La relación entre Reed y Sue cimentaba otra capa a la familia, que con la llegada de Franklin, ocasionó que este vínculo se fortaleciera aún más.
La maternidad y el rol de la mujer durante los sesentas
Esta cinta arranca con la noticia del embarazo de Sue, algo que toma por sorpresa a Reed, ya que en sus palabras, tenían tiempo de haber dejado atrás ese sueño. Este momento sería el punto de partida para una nueva etapa en dinámica como pareja, pero también lo sería para el equipo.
Tal cual lo mencioné anteriormente, la visión de la familia de los cincuenta comprendía a las dos figuras parentales y a sus hijos. Aunque en los sesentas esta perspectiva poco a poco se transformó, no dejaba de ser el estándar para las familias.
La maternidad va más allá de un aparente “instinto”, sino que comprende un fenómeno sociocultural, el cual está influenciado por expectativas, roles de género y construcciones históricas. Durante gran parte del siglo pasado, las mujeres solían abandonar su individualidad con tal de cumplir el rol de ser madres, idealizando el “amor materno".
A partir de los sesenta, esta concepción evolucionó poco a poco. Ahora las mujeres formaban parte activa del campo laboral, el desarrollo y acceso a la píldora anticonceptiva, así como el avance del feminismo parecían cimentar las bases para una nueva visión de la maternidad.
Sue Storm era doctora en arqueología, además de especialista en misiones espaciales, fundó la Future Foundation y se convirtió en una importante figura dentro de la política internacional, ya que buscaba la constante colaboración de los países en aras de un futuro mejor. Durante su embarazo ella continuó ejerciendo su carrera profesional, e inclusive viajó al espacio para averiguar quién era Galactus y tratar de solucionar el conflicto intergaláctico que se avecinaba.
Cuando este ser cósmico menciona que lo que busca es al futuro hijo de esta familia, Sue rápidamente busca protegerlo, sin embargo, este ocasiona que el parto se adelante, obligando a los cuatro a buscar una salida, procurando el bienestar del bebé y el de su mamá.
Mientras la labor de parto continuaba, Sue intentaba mantener la calma a pesar del mensaje que habían recibido. Las dudas respecto a la posible naturaleza de su hijo, se hicieron presentes, ya que si bien Reed había realizado cuantos estudios fuesen posibles para asegurarse que su hijo no tenía poderes, esta amenaza vulneraba todos los escenarios.
Tras regresar a la Tierra, Sue se enfrenta a la opinión pública de aquellos que creían que debían de entregar al pequeño Franklin con tal de salvar a la humanidad. No obstante, ella demuestra valentía, coraje e integridad para salvar no solo a su familia, sino a todo el planeta.
El dilema del tranvía
Este experimento mental creado por Philippa Foot en 1967, plantea que si un tranvía sin control se dirige a cinco personas pero se puede frenar si se desvía y solo se dirigiría a una sola, ¿qué es lo que se debe de hacer?
En este largometraje, el dilema del tranvía es representado a través de, si salvar a un planeta de en ese entonces tres mil millones de personas o a un bebé, el cual potencialmente desarrollaría poderes lo suficientemente poderosos como para acabar con una amenaza intergaláctica.
Claramente los Cuatro Fantásticos buscarían salvaguardar la integridad de Franklin intentando asegurar la estabilidad de la Tierra. Reed tenía el peso de buscar una solución científicamente viable, mientras que Sue se enfrentaba a las protestas que surgieron tras este evento, cabe destacar la formación de un culto a Galactus, quienes creían que este ser estaba en lo correcto.
El diálogo citado al inicio corresponde al discurso de Storm, quien destaca la presencia de su familia y la relevancia de su pequeño hijo a la vez que establece su deseo por proteger a la humanidad. A pesar que algunos clamaban que una vida era un precio justo con tal de salvar a la Tierra, este mitín logra convencer a la población.
El dilema del tranvía ha sido analizado desde diferentes vertientes, y depende de cada uno de nosotros determinar la posible solución, la cual está claramente influenciada por el contexto sociocultural, por lo que acotar esta disyuntiva en esta cinta, le añade una capa de complejidad moral a la narrativa.
El lenguaje
El lenguaje es la capacidad humana de comunicar pensamientos, emociones, sentimientos e ideas a través de palabras (escritas u orales), gestos, expresiones faciales, señas, y postura corporal. Es el pilar de cualquier relación.
La llegada de Silver Surfer (Julia Garner) o Shalla-Bal a la tierra, despierta la curiosidad de Johnny Storm, quien intentó descifrar una misteriosa lengua la cual había sido captada a través de transmisiones espaciales, y que coincide con la hablada por esta extraña identidad.
Poco antes de la visita de los Cuatro Fantásticos a Galactus, Shalla-Bal le aclara a Johnny el significado de una frase que ella había pronunciado durante su visita a la Tierra. Este mensaje expresaba una clase de resignación a morir con los suyos, gracias a estas palabras es que Johnny codifica las transmisiones espaciales que darían paso a la comunicación entre él y esta figura.
El lenguaje formó parte activa en el desarrollo de Shalla-Bal, ya que gracias a que Johnny proyectó los mensajes en ese dialecto a través de las pantallas de Times Square es que ella recuerda a su familia, a quienes dejó atrás con tal de protegerlos de Galactus, a cambió de acompañar a esta entidad cósmica.
La estética retrofuturista
Similar a lo presentado en la serie de Loki (2021-2023), el diseño de producción estuvo a cargo de Kasra Farahani, quien regresa con una estética retrofuturista que remite a la idealización del futuro, propia de los sesenta.
La influencia de la era espacial, las formas orgánicas de la naturaleza, el uso del cristal y de colores brillantes, muebles con curvas y líneas; los estampados de cuadros, y las figuras geométricas eran características de esta estética que reflejaba los deseos de la sociedad de avanzar hacia el progreso, procurando siempre la paz.
En esta cinta, esta perspectiva del futuro ayuda a remarcar la narrativa, la cual busca contextualizar respecto a la añoranza del pasado pero con la mirada hacia el porvenir, el cual apuntaba a traer todo lo que los movimientos sociales clamaban.
La era espacial transformó el mundo, ya que agudizó las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética, por lo que el reflejo de esta disputa se visualiza a través del diseño del mobiliario, el cual destaca por ser de colores naranjas, azules y blancos, con curvas y acabados brillantes.
Igualmente, el uso de los dibujos animados evocan a las presentadas en Loki con la propaganda de la TVA, pero en este largometraje se exponen como parte de la magnitud de los Cuatro Fantásticos dentro de este universo, ya que la admiración de la población era tan grande que buscaban transmitir los valores de esta familia a través de la televisión, el medio de comunicación por excelencia de los sesenta.
Ahora bien, esta asombrosa estética se asemeja a la de Los Supersónicos (1962-1987), otra icónica familia creada por William Hanna y Joseph Barbera, quienes buscaban representar la era dorada de la carrera espacial estadounidense a través de artefactos un tanto inusuales, que años después terminarían en nuestra cotidianidad. La inclusión de Herbie recuerda a Robotina, y el auto a la pequeña nave de esa familia.
El peso narrativo para el futuro del UCM
Durante la San Diego Comic Con del 2024, se anunció el “regreso triunfal” de Robert Downey Jr a la franquicia, ahora interpretará al Doctor Doom en la próxima cinta Avengers: Doomsday. La última película antes de este mega evento cinematográfico sería The Fantastic Four: First Steps, por lo que se esperaba conexión entre ambas historias.
Del mismo modo, el UCM viene de fracasos en taquilla y de diferentes proyectos con mala recepción de la crítica y de la propia audiencia, así que al tener en la pantalla grande a la primera familia de Marvel se anticipaba que este largometraje fuese la salvación.
Ahora bien, desde el estreno de Avengers: Endgame en abril del 2019 se adoptó la tendencia de denominar a casi cualquier cinta que salía del UCM como “la mejor desde Endgame”, así que este título terminó obsoleto y sin alguna clase de validación, ya que si constantemente mencionan que “ahora si es la buena” y resulta en un fiasco, obviamente esta frase pierde su peso. Así que hoy en día utilizan “Marvel regresó a las primeras fases de su universo”, cuando si lo analizamos con ojo clínico, realmente esas películas tampoco eran del todo buenas, o tan siquiera sólidas.
The Fantastic Four: First Steps propone elementos visuales y de diseño de producción novedoso para esta franquicia, la cual se había caracterizado por impulsar los blockbusters que carecen de identidad artística. Igualmente, situar a este grupo de personajes en otro universo y línea temporal facilita la narrativa al no tener que cuidar las mil conexiones presentes con el UCM, siendo la primera película desde Iron-Man (2008) en no mencionar ningún evento acontecido en la saga.
A pesar que la primera escena post-créditos conecta con lo que veremos en Doomsday, esta película, logra cumplir con la tarea principal que tenía: establecer a estos cuatro personajes dentro de un universo desgastado.
La primera familia de Marvel finalmente ha sido honrada en la pantalla grande. Después de tres intentos fallidos con The Fantastic Four (1994), Fantastic Four (2005) y su secuela Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer (2007), así como con la desastrosa Fantastic Four (2015), este entrañable grupo de héroes parece haber encontrado la adaptación que captura esencia.
Los sesenta fueron la época necesaria para toda la población que venía de la mayor guerra en la historia, fue una década de transición. Representó la transformación para iniciar a dejar atrás esos viejos estándares sociales, culturales y políticos, para crear un futuro basado en el progreso de la ciencia y de la propia humanidad.
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