Paris, Texas: el relato de la paternidad y el perdón

“Parece fácil pedir perdón. Son sólo un par de palabras que están en el fondo de tu garganta y simplemente tienes que decirlas. Pero si no las dejas salir rápidamente, esas palabras se profundizan cada vez más en ti, hasta que no puedes encontrarlas... Y cada error que has cometido y todo lo que has hecho mal, se aferra a esas palabras con tanta fuerza que nunca se sueltan”

Este extracto corresponde al capítulo siete de la tercera temporada de The Bear, una serie donde el perdón es uno de los ejes principales de la trama y que considero encaja perfectamente con esta cinta.

Dirigida por Wim Wender; Paris, Texas, sigue la historia de Travis Henderson, un aparente vagabundo que es encontrado después de cuatro años por su hermano Walt, quien lo orientará a regresar a la vida normal, donde tendrá que hacer frente a su pasado con su hijo, Hunter y su exesposa, Jane. 

Esta cinta retrata dos cuestiones que al menos una de ellas han afectado la vida de cualquier ser humano; siendo el antes mencionado, el perdón y la paternidad. Ambos conceptos se entrelazan de forma tal en esta película que logran una sinergía impecable.

En la definición del perdón se esclarece que es un acto de liberación de sentimientos negativos como el enojo o la culpa, que implica el reconocimiento de nuestros actos. Un proceso que es difícil de llevar a cabo si es que como lo cité al inicio, se ha guardado por tanto tiempo.

Travis huyó de un incendio que acabó con su vida como la conocía, dejando atrás a su familia. Vago por cuatro años en el desierto buscando el lugar donde sus padres se había conocido, y cuando es obligado, -de alguna forma- a regresar a la civilización muestra signos graves de aislamiento social, parecía que no podía hablar y su aspecto físico era deplorable, no obstante, el decide salir adelante de este momento, enfrentándose a una nueva realidad, una en la cual su hijo ya casi no lo recordaba.

Hunter vagamente tenía un recuerdo de su madre y de Travis, los cuales habían sido potenciados por un video que Walt tenía, uno de unas vacaciones, donde todo parecía ir de maravilla. El niño tardó en aceptar a su verdadero padre, lo veía con cierto rechazó y como un extraño al cual tendría que llamarle “papá”. Conforme Travis se va acercando más a su hijo, ambos generan un vínculo especial.

La paternidad es un proceso que se desarrolla desde antes del parto y que busca brindarle a los hijos los medios necesarios para que este se desenvuelva en el mundo, procurando su bienestar, en todo momento. A lo largo de la historia, este concepto ha ido evolucionando desde la perspectiva que antes las mujeres eran las únicas que tenían la responsabilidad de los hijos, mientras que conforme la sociedad ha ido avanzando, los hombres se han involucrado en esta labor.

Mencioné que tanto el perdón como la paternidad son dos conceptos que se interrelacionan perfectamente en esta cinta y es que, una circunstancia lleva a la otra.

Hunter, al no recordar a su padre y vagamente a su madre, no les guardaba rencor, parecía que eran figuras borrosas en su mente que alguna vez formaron parte de su vida, pero que en el presente, ya no eran importantes. En la infancia, el perdón no es tan complicado como lo es en la adultez, ya que en esta etapa no se tiene una noción tan profunda acerca del rencor.

Así mismo, debido a la etapa en la que Hunter se encontraba, el perdón es uno de los procesos que apenas inician su desarrollo. Una edad donde los niños son capaces de identificar si el perdón es sincero, en este caso, él se percató de que su padre no estaba del todo bien y que las acciones que realizaba eran formas genuinas de ganarse su confianza.

Travis buscaba lo mejor para su hijo, a pesar de lo que había ocurrido cuatro años atrás. Él estaba contento de que su hermano y su cuñada hubieran recibido al niño, que lo criaron como su propio hijo. No obstante, como ser humano él necesitaba solucionar aquello que quedó inconcluso con su exesposa, Jane.

Aquí vuelve a surgir el perdón pero esta vez hacia ella y hacia el mismo. Él decide embarcarse en un viaje para buscarla, en conjunto con Hunter, sin embargo, quien habla con ella es Travis. En primera instancia parecía estar decepcionado por el lugar donde trabajaba, por la persona en la que se había convertido, pero de cierto modo, él la orillo a eso.

Cuando Travis se percata de que tenía que perdonarla para poder seguir con su camino, es cuando le confiesa cómo fue que el profundo amor que le tenía se transformó en celos que al final lo llevaron a huir de casa. Él guardó esas emociones y sentimientos en sí mismo durante los cuatro años que estuvo deambulando por Texas. Tal y como lo menciona el exacto de The Bear, esas palabras se quedaron con él tanto tiempo que parecía que se quedarían allí para siempre. Travis se seguía culpando por lo que había hecho, tal vez por eso no quería regresar a la normalidad, algunas veces preferimos quedarnos con ese sentimiento que afrontar la realidad ya que sirve como una excusa ante nuestros actos.

Posteriormente, Travis y Jane se perdonan mutuamente, él le menciona dónde está su hijo para que lo busque y se quede con él, dando como final de esta cinta el reencuentro entre Jane y Hunter que es visto a lo lejos por Travis, dejándolos solos.

Como lo he mencionado en otras reseñas (Aftersun y Waves) lidiar con el perdón hacia los padres es complejo de explicar si es que no se ha atravesado por esa situación. Implica deshacer ideas que están tan arraigadas en nuestra mente como la visión del “padre o madre perfecto” para toparnos con la realidad de nuestro padre o madre. Implica comprender las razones por las que se comportó de la forma en la que lo hizo y aceptar que ya no podemos hacer nada para revertir la situación. 

Paris, Texas se siente como la vida misma, con diálogos honestos que sin romantizar la situación representan la naturaleza humana de forma impecable. Es una cinta con planos perfectos que se encuentran en la cotidianidad; como lo es una carretera o un hotel. 

Quisiera decir que el perdón es fácil pero sabemos que no lo es, que cuesta demasiado esfuerzo poder hacer a un lado el pasado y enfrentar el presente, sabiendo que no se puede cambiar nada, aunque así lo quisiéramos. 

Comentarios

Entradas populares